HISTORIETA EN CONSTRUCCION
La situación por la que atraviesa la cultura en nuestro país, es de un franco retroceso y de descomposición sostenida en las últimas décadas. La mercantilización de la cultura hizo estragos en los sectores más relegados de nuestra sociedad: en la actualidad, sin dinero no es posible acceder a una formación cultural. Toda la educación pública esta cada vez más pauperizada, los contenidos mínimos son cada vez más mínimos, y por fuera de ella la cultura está reservada a una elite. Los medios masivos de comunicación (cine, TV, radios, diarios, revistas), son utilizados por los grupos financieros y el poder político con un doble objetivo: la obtención indiscriminada de ganancias por un lado, y la penetración cultural e ideológica acorde a sus intereses como clase dominante.
En este contexto, los sucesivos gobiernos de las últimas décadas, sin excepción, priorizan la perpetuidad de los grandes pulpos y monopolios de los medios de comunicación, el vaciamiento del país, y el pago irrestricto a los organismos financieros internacionales. Está más que demostrado que en este cuadro de entrega permanente, la salud, el trabajo, la vivienda y la cultura de las masas no son ni serán parte de la agenda política de la clase dominante.
LA HISTORIETA COMO HERRAMIENTA EN LA CULTURA POPULAR
En nuestro país, hace varias décadas, llegaron a venderse millones de revistas de historietas por año. Esto se traducía en miles de puestos de trabajo vinculados al medio (guionistas, dibujantes, editores, imprentas).
Ya desde ese entonces a la historieta no se la consideraba un arte: la oligarquía la consideraba "cosa de niños", una subcultura despreciable.
Héctor Germán Oesterheld creía que la historieta sería una de las herramientas más importantes para la educación popular. Su obra fue un ejemplo: la historieta nunca estuvo dentro de bibliotecas; esos millones de ejemplares eran leídos en colectivos y tranvías por la clase trabajadora. La historieta era históricamente el consumo cultural más importante de la clase obrera.
Las sucesivas crisis económicas y el mal desempeño de los editores, provocaron en un período de unos 30 años la casi desaparición de la historieta argentina.
Sin embargo, durante los ‘90, surgió una nueva generación de historietistas de auto publicación y fanzines, organizados en la AHI (Asociación de historietistas independientes), hoy extinta. Fueron los días de ¡Suélteme!, Catzole, El Tripero y Lápiz Japonés.
Durante los últimos años, surgieron nuevas editoriales que publican nuevo material local. Se está cristalizando una nueva generación de historietistas profesionales, y de a poco la historieta argentina está renaciendo.
Hoy vemos como proliferan estudiantes de bellas artes, escuelas y talleres de formación en ilustración e historieta. Sin embargo, la creación y el goce artístico están cada vez más restringidos. Un enorme grupo de artistas no encuentra el canal de difusión para sus materiales, y no se genera una situación propicia desde el mercado para contenerlos.
NUESTRO LUGAR EN UN MUNDO CONVULSIONADO
En este marco, encontramos que la clase trabajadora, (ocupados y desocupados, movimientos estudiantes, etc.), levanta su voz en todo el globo contra la violencia y la barbarie a la que este sistema nos está arrastrando.
En nuestro país, tras la revuelta popular del 20 de diciembre de 2001, la expresión artística se ha multiplicado: hoy acompaña, retrata y es parte de las luchas de la clase obrera. La música, el cine, y la literatura son parte de este proceso de resistencia.
Sin embargo, no encontramos a los historietistas haciendo su aporte, luchando para que este medio vuelva a ser parte de la formación y de la cultura popular; un medio masivo como lo supo ser.
Por eso es necesario organizarse y ocupar ese lugar que está vacante, esperando. La creación de un grupo de historietistas con estas metas, sería un hito en la historia de la historieta argentina, un incentivo para la repopularización de este arte, y un actor fundamental en el inicio de un espacio de debate y reflexión serio sobre el mundo de la historieta.
Como grupo de historietistas nos proponemos utilizar el arma con la que contamos (nuestra producción artística) para cooperar desde nuestro lugar con el camino que está emprendiendo hoy la clase trabajadora. Las luchas, los cortes de ruta, las ocupaciones, las huelgas, las movilizaciones, las asambleas. Nuestra intención es generar historietas que sirvan para fomentar el debate y colectivizar las experiencias, planteando la necesidad de una salida política propia de los trabajadores; así como una intervención directa con nuestro material en el mundo de la historieta, proponiendo una vuelta de este medio a una lectura masiva y formadora.
Charla Debate: Historieta Digital
Centro Cultural 20 de Diciembre
Ituzaingó 747 (entre Montes de Oca y Tacuarí)
Barracas-Constitución
4362-7268 o 156-499-1190
www.ojoobrero.org
Viernes 15 de agosto – 20 hs.
Charla - debate:
HISTORIETA DIGITAL
¿Que papel juega el papel?
Con la participación de:
FRAN LOPEZ (Historietas Reales)
CLARA LAGOS (Historietas Reales)
FERNANDO GARCIA (Periodista - Investigador)
ANDRES LOZANO (Coordinador EAH - Escuela Argentina de Historieta)
TATIANA CARSEN (Grupo GESBI - Grupo de Estudios Sociales en Bibliotecología y Documentación)
Además, proyectaremos:
THE TUNE
Dirigida por Bill Plimpton
Ituzaingó 747 (entre Montes de Oca y Tacuarí)
Barracas-Constitución
4362-7268 o 156-499-1190
www.ojoobrero.org
Viernes 15 de agosto – 20 hs.
Charla - debate:
HISTORIETA DIGITAL
¿Que papel juega el papel?
Con la participación de:
FRAN LOPEZ (Historietas Reales)
CLARA LAGOS (Historietas Reales)
FERNANDO GARCIA (Periodista - Investigador)
ANDRES LOZANO (Coordinador EAH - Escuela Argentina de Historieta)
TATIANA CARSEN (Grupo GESBI - Grupo de Estudios Sociales en Bibliotecología y Documentación)
Además, proyectaremos:
THE TUNE
Dirigida por Bill Plimpton
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